Desde un apropiacionismo consciente, he reproducido la estética de los videntes televisivos (ahora también youtubers). El resultado remezcla formas del tutorial youtubero con los programas trasnochados de corte esotérico.
Un elogio al imaginario espiritual televisado, con toda esa ambientación fantástica de bajo presupuesto que nos trae esas maravillas de atuendos kitsch del chamán, la simbología en cartón piedra de las imágenes y miles de recursos estético-televisivos como son los fondos cósmicos animados, el grafismo intermitente con publicidad con números de teléfono, junto a esas ventanas de vídeo donde aparecen otras personas hablando.