Después de la muerte de Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, la Ciudad del Vaticano vivió una jornada histórica. El entierro más multitudinario de un papa se llevo a cabo el 8 de abril de 2005, y a él acudieron personalidades de todos los países, todas las culturas y todas las religiones. Los miles de fieles que congregaron en las calles de Roma pidieron con sus aclamaciones la canonización del fallecido pontífice.1
El funeral de Juan Pablo II comenzó a las 10:00 de la mañana. Cuando los sediarios sacaron a hombros el féretro del Pontífice de la Basílica de San Pedro, los peregrinos respondieron con aplausos.
Se calcula que en la Plaza de San Pedro y vías adyacentes había unas 300 000 personas. Alrededor de un millón y medio de peregrinos, de muchas partes del mundo, llegaron a Roma. Se colocaron pantallas gigantes en distintos puntos de la ciudad para que los visitantes que no pudieron acceder a la plaza siguieran la ceremonia.
* Estas imágenes fueron grabadas en un viaje que hice a Roma, coincidiendo con la muerte y el funeral del Papa Giovanni Paolo II.