Show musical con proyecciones en directo, donde la improvisación y el humor son protagonistas absolutos.
La música troncal del espectáculo son las canciones de Cabezafuego, a las que Beatriz Sánchez, pone imágenes improvisadas en riguroso directo. La técnica que utiliza es collage, dibujo, pintura, escultura… elementos que se combinan entre sí y que son recogidos a través de una webcam dirigida a su mesa de trabajo. El tratamiento de imágenes ya publicadas (objetos, muñecos, revistas, cómics y otros), será parte importante de la proyección, consiguiendo transformar por completo la idea que éstas representaban en un principio.
El show no es un espectáculo estático, sino que apropiándose de técnicas cercanas al vodevil, los dos interactúan, se mueven por el escenario y cambian sus roles. Todo buscando una unidad casi de teatro-musical.